¿Por qué un banco de germoplasma?

¿Por qué un banco de germoplasma?

En el s. XVIII nace la Agricultura moderna y se especializan las tareas. Nacen las primeras casas de semillas. Ya en el s XX sobre todo en su segunda mitad, se observa una especialización en la producción con el empleo de semillas mejoradas comercializadas por unas pocas empresas multinacionales. En la actualidad se cultivan apenas 150 especies de las 300.000 especies de plantas fanerógamas conocidas, y la mayor parte de la población vive de no más de 12 especies de plantas. Si a esto añadimos que para los principales cultivos se han desarrollado un número limitado de variedades mejoradas que han desplazado por sus ventajas tecnológicas a las tradicionales, nos encontramos con una reducción muy notable de diversidad, es lo que conocemos como erosión genética.

Conscientes de esta pérdida irremediable de diversidad, se abordó el problema de la Conservación. La conservación ex situ en bancos de germoplasma es la más obvia. Sin embargo, la conservación in situ que conlleva la protección de las áreas, los ecosistemas y los hábitats donde las plantas de interés han desarrollado sus características permite la evolución de las especies y las variedades. Es una conservación dinámica.